Reseña
“Maika tiene cuatro años y todos los días su abuela la va a buscar al colegio, pero un día no la esperaba la abuela, sino sus padres. Maika se puso feliz porque iría de compras o a tomar un helado con papá y mamá, más estos le dijeron que antes de ir por el helado la llevarían al médico. A Maika le dio un tremendo susto. Luego, cuando le dijeron que solo era para que le examinarán los ojos, el susto se le pasó y pensó que era una tontería, porque ella todo lo veía muy bien… Sin embargo aquella visita al médico cambió un poco su vida y logró descubrir lo fascinante que es ver los detalles de las cosas, pero por sobre todo qué hay más de una manera de ver la realidad.”