Reseña de “La ola viene de vuelta. Extractos de entrevistas a Gladys Marín” de Editorial Alquimia (2022)

Por Yasna Rodríguez

“Soy una mujer valiente y consecuente con mis ideales”
Gladys Marín.

“La ola viene de vuelta” es un libro que plasma la vida de la política Gladys Marín. A través de distintas cuñas de entrevistas, se va hilando su paso en sus distintos ámbitos. En siete capítulos podemos descubrir su filosofía, su mirada política del país, su vida clandestina y su enfrentamiento al cáncer. 

Cuando comencé a leer este libro fue ver el reflejo del Chile actual. Entre sus palabras, Gladys vaticinó todo lo que pasó en el 2019 en nuestro país. “La fórmula es la de siempre: movilización y lucha”. Ya en el año 1996, en una entrevista realizada para la Revista de Crítica Cultural, Marín hablaba sobre el despertar de nuestro país “me parece que un día vamos a despertar, algunos más conscientes que otros, de esta falsedad de creer que hay un Parlamento representativo, de que hay democracia”. 

Esas palabras me hacen pensar en todo el camino que ha recorrido Chile para estar hoy frente a un proceso de Nueva Constitución. “Otra medida inmediata es, naturalmente, una nueva Constitución para el país. La Constitución actual en el artículo quinto te permite llamar a plebiscito, si el Presidente no lo hace es porque no se atreve, y formar una asamblea constituyente y darnos una nueva Constitución”. 

En el primer capítulo, Marín va narrando su origen. Cuenta que “era una cabra desordenada, de campo, de cerros. Tenía inquietudes sociales, dentro de una vida muy dura. Cuatro hermanas, padre ausente, madre profesora…Era muy de la Acción Católica. Muy metida en la iglesia, siempre con un sentido social y vocación de hacer cosas. Era rebelde, aventurera, el lunar negro de la familia. Me iba donde los gitanos y les llevaba lápices de regalo para que me vieran la suerte”. 

Segundo capítulo y comienza el recorrido por su entrega a la política, su acercamiento al Partido Comunista y, como ella misma dice, su despertar. También narra cuando conoció a Jorge Muñoz, quien sería su pareja. “Cuando yo me hice comunista llegué a mi curso, me acuerdo muy bien, y les dije: ‘todas tenemos que ser comunistas’, porque me dio esa idea”. 

Desde los capítulos tres al seis, que son más extensos que los dos primeros, leemos toda su esencia. En sus palabras se refleja su pulso, sus ganas de trabajar por la igualdad social, sus luchas en el mundo político, porque pensemos bien que en ese entonces la política al igual que la sociedad estaba predominada por hombres. ¿Cómo habrá sido tener a Gladys Marín de oposición? ¿Cómo estaría hoy con este nuevo gobierno, que a mi parecer, es un gobierno de la gente? 

“Llegamos al gobierno con un programa ofrecido a la gente. Y teníamos que respetarlo porque al hacer esto respetábamos no solo al Presidente Allende, sino al pueblo que votó por ese programa”. 

También, podemos conocer otra historia de Gladys. Su historia con Jorge Muñoz. Entre las páginas vas encontrando datos sobre cómo vivió esa relación cuando fue exiliada. “Con Jorge nos despedimos sin saber qué iba a pasar con cada uno de nosotros y nunca más nos vimos, a excepción de esas veces que Jorge pasaba frente a la Embajada y nos hacíamos así no más. Desapareció, no sé cuándo desapareció, lo torturaron, no sé cuánto lo torturaron. Lo mataron estas vacas cobardes, pero para mí Jorge es un recuerdo muy hermoso, permanente, pura alegría”. 

Gladys se enteró en Costa Rica, en el 76’, que había caído la dirección del partido. Ahí estaba su pareja, Jorge, que pasaba a ser un detenido desaparecido. 

Otro punto importante es su figura de madre ¿Cómo enfrentó esta situación del exilio y sus hijos? ¿Cómo aguantó las ganas de abrazarlos al volver a Chile si no podía acercarse a ellos? Además de las críticas de “abandonar a sus hijos”, porque recordemos, país machista y en dictadura. 

“Algunos seudos moralistas que apoyaron, sin embargo, las barbaries de la dictadura han dicho que hice abandono de la maternidad al dejar a mis hijos en Chile con sus abuelos paternos, cuando me vi obligada a salir al exilio. Y , luego, por no verlos al regresar clandestinamente en 1978”. 

“Una vez acordamos que yo iba a pasar frente a la casa de mis suegros, en Simón Bolívar. Voy caminando por la calle con mi gran amigo y compañero Manuel Cantero, valiente como él solo, y veo que Rodrigo, el mayor mío, va saliendo con un amigo, ¡Oh! Casi me muero. Me habían dicho que no me acercara. Imagínate tú, el instinto de madre, pero yo tenía prohibido. Los vi salir y empiezo a correr y a correr para ponerme al lado de ellos. Yo desesperada, quería hablarlo y no hablarlo. En un momento se da vuelta y me escondo, no me vio. Para mi eso fue lo más brutal”. 

Su historia narrada por ella en estas entrevistas termina en el capítulo siete, donde comenta sobre su enfermedad. Es gratificante leer el optimismo que siempre tuvo, o eso es lo que se logra plasmar, frente a las distintas situaciones de su vida. 

¿Cómo le gustaría ser recordada?

“Como una flor joven que hizo  una vida sencilla, que se sintió siempre muy joven. Una mujer de vida alegre, contenta, bulliciosa”.

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Yasna Rodríguez Soto (1987) Periodista de la Universidad de Las Américas. Ha desarrollado principalmente su carrera en el mundo musical. Autora del libro “Mujeres en la música chilena: invisibilización de su legado”.


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