Reseña

“La lucha popular enseña. Aunque no siempre tengamos claridad de ello, cada uno de los espacios de organización que levantamos ponen en acción una serie de saberes que portamos en nuestra memoria o que vamos gestando y transformando en el proceso. Así, muchas veces sin darnos cuenta, vamos aprendiendo. Sin embargo, como esos aprendizajes no suelen tener el formato ‘clásico’ del Saber –ese que nos inculcaron que es propiedad de unos pocos doctos y expertos o que sobrevive empolvándose en algún rincón de la academia–, nos cuesta verlos, asumirlos y, más aún, compartirlos y reproducirlos consciente y sistemáticamente. Pero ahí están. Son ‘saberes de vida’, preñados de realidad y paridos a pulso en cada una de nuestras prácticas comunitarias gestadas desde abajo. Son saberes de y para la liberación.

El problema está en que, en la medida en que no los reconocemos y visibilizamos, los perdemos. Sin embargo, esta dificultad no es nueva y, para remediarla, ha surgido un método específico para aprender desde y para las luchas populares: la ‘sistematización de experiencias’. Y de esta apuesta político-pedagógica, el educador popular Oscar Jara se ha vuelto el principal referente en nuestro continente, pues ha sido capaz de construir –en un lenguaje sencillo, concreto y agudo– una propuesta metodológica útil para nuestras organizaciones y colectividades.

En este libro que presentamos, Oscar Jara reconstruye el proceso de gestación de la sistematización y su vínculo directo con los diversos procesos de organización social y popular en Nuestramérica. Además, nos explica su propuesta metodológica, compartiendo experiencias realizadas a lo largo del continente y herramientas que pueden facilitar el proceso. Finalmente, analiza su utilidad teórica y práctica, su justificación y proyección política.

Conscientes de que hoy es necesario que las organizaciones sociales y populares de nuestro país fortalezcan sus prácticas cotidianas para ir construyendo y reconstruyendo el proyecto popular desde cada uno de los territorios liberados, como Caracol. El apañe de los piños y Editorial Quimantú coincidimos en que la sistematización de nuestras experiencias puede ser un buen primer paso para aportar a ese desafío. Y en esa coincidencia nos encontramos y reconocimos: Caracol, por un lado, apañando la producción de saberes y las gestación de espacios autoeducativos; y Quimantú, por otro, socializando y compartiendo nuestros haceres populares, a punta de publicaciones autogestionadas, actividades culturales y levantando espacios de encuentros y en-red-os. Por eso, hoy, esta publicación viene a ser la materialización de un vínculo fraterno forjado en la rebeldía y esperanza de quienes luchamos por un mundo otro. Esperamos que les sea tan útil como nos ha sido a nosotr@s.

Caracol. El apañe los piños/Editorial Quimantú”