“Dueña de un amplísimo y detallado contenido, y dedicado preferentemente a un público detallista y más bien avanzado, el recorrido por las distintas secciones incluye desde la enseñanza de las principales técnicas y la correcta utilización de las herramientas, para lograr terminaciones perfectas, hasta las instrucciones que permitan construir una serie de sencillos muebles y elementos decorativos.

El inicio de este texto originalmente aparecido en idioma inglés (“The Woodworker’s Technique Bible: The Essential Illustrated Reference”), en 2009, se muestra teórico al presentar un temario que abarca las características fundamentales de las diferentes madera (“Las duras son preferidas por su resistencia, efecto decorativo, amplia gama de colores y durabilidad, mientras que las blandas son más económicas y se las considera materiales funcionales para la fabricación y la construcción”), un catálogo que reúne la pequeña porción que se puede adquirir en los comercios (teniendo en cuenta las miles que existen), o las principales cuestiones a tener en cuenta al momento de comprar, entre muchos otros aspectos.

A continuación, la apropiada planificación de un taller, con sus primordiales instrumentos (banco y accesorios, abrazaderas y fijadores), y las estrictas medidas de seguridad en que hace especial hincapié el autor estadounidense; le dan paso a la enumeración de las múltiples herramientas vinculadas a este noble oficio y uno de los más antiguos de la historia. Y es ahí donde el experto demuestra que su libro está apuntado a un público que busca tanto la profesionalidad como la excelencia, describiendo uno por uno los distintos tipos de sierras (de mano, de arco, para contornear, caladora, de banco, sin fin, etc.) y hasta recomendando trabajar con un medidor de humedad que verifique su presencia en la madera. “El movimiento puede representar un gran problema, por eso se debe controlar el calor y la humedad del taller. Las tablas tienen que tener un acondicionamiento a la misma temperatura y humedad del lugar al que irán. Si es posible, se deben guardar las tablas en la casa durante algunas semanas o tratar de imitar esas condiciones”, se subraya con un visible perfeccionismo.”