“Relatado de manera entretenida y simple y dirigido a un público más bien masivo que académico, el texto se pasea desde el período oligárquico liberal de fines del siglo XIX hasta el Chile de fines del siglo XX, abordando la política, economía, la cultura y la sociedad. Además escudriña en escenas de la vida privada y ciertos episodios que le entregan «enjundia” a este recorrido histórico.

El autor recurre a la «geohistoria» –o cómo incide la geografía en la sociedad– como factor que explicaría una serie de rasgos nacionales. El primero es el síndrome de lejanía o la conciencia del chileno de habitar un lugar lejano de los polos de cultura, especialmente Europa. Ligado con esto, el aislamiento: «Hasta hace unos 100 años Chile era casi una isla, especialmente durante los inviernos. Llegar o salir de Chile era una verdadera aventura y el viaje tomaba muchos meses», escribe Gazmuri. Otro rasgo es la pobreza: Chile no tenía oro como el rico Perú, ni producía productos apreciados en Europa como cacao, café o tabaco.”