“Desglosaré la bella leyenda de Vicuña Mackenna sobre la cueca, discutiré un poco con Garrido y Pereira Sala, me apoyaré en los maestros Pedro Humberto Allende y Vicente Salas Viú sobre el origen de la cueca, me detendré algo en los errores de Luis Alberto Sánchez y daré los antecedentes y conceptos de Emilia Garnham, y así quedará hecha una parte del libro: “El origen de la cueca”. Haré la parte íntima de la cueca, describiendo los ambientes populares en que ha brillado: el Parque Cousiño de las antiguas y ya desaparecidas Fiestas Patrias y otras fiestas populares. Daré, por primera vez en Chile, en libro, “La cueca larga del 19”, que es lo más intencionado y gráfico que sobre el alma del pueblo haya producido el mundo; haré una ANTOLOGÍA DE LETRAS DE CUECA. Antonio Acevedo Hernández Antonio Acevedo Hernández (Tracacura, 1886 – Santiago, 1962), dramaturgo, narrador y cronista de formación autodidacta. Abandonó su hogar a los 10 años. A los 16 llega a Santiago, donde trabaja como obrero. Después de varios viajes a la capital, logra inmiscuirse en compañías de teatro para hacer un sinnúmero de labores: desde barredor de camarines hasta arreglador de textos. A instancias del poeta Domingo Gómez Rojas logra su primer estreno en 1913, con su obra En el rancho, consolidándose desde sus inicios como un dramaturgo de profundo trasfondo autobiográfico, folclórico y social. En 1954 obtuvo el Premio Nacional de Teatro. Entre sus numerosos libros destacan Almas perdidas (drama, 1918), Los cantores populares chilenos (estudio y antología, 1933), Chañarcillo (drama, 1936) y Retablo pintoresco de Chile (crónicas, 1953).”