“Un desocupado pasado de cocaína como remedio para la tartamudez; un editor mediocre que toma una mala decisión; una dama de Las Condes y sus inquietantes fantasías sexuales propias de su clase; un imitador de Michael Jackson humillado en la TV por mearse en vivo al ritmo de Billie Jean; un padre quebrado en mil pedazos se arroja de un balcón con Morrisey como música incidental; un asesinato que no fue; el tedio de un trabajador asaltado antes de llegar a casa; la traición de dos jóvenes amantes; la muerte de una madre y un viaje en tren; un poli principiante en su primera ronda de noche… Escritos en carne viva, nos encontramos con relatos fascinantes —por momentos articulados entre sí— que nos sumerge en un Santiago íntimo e inconfesable, que no figura en las guías de turismo, pero que seduce y lleva al lector a sumergirse en cada palabra.”