“De máquinas muertas que el capitalista coloca en el proceso de producción, las masas proletarias deben aprender a convertirse en dirigentes pensantes, libres y autodeterminados de ese proceso. Deben adquirir el sentimiento de responsabilidad propio de miembros activos de la comunidad, única propietaria de la riqueza social. Las masas proletarias deben desarrollar diligencia sin el látigo del empresario, máximo rendimiento sin el arreo del capitalista, disciplina sin el yugo y orden sin la dominación. El más elevado idealismo a favor de la comunidad, la más estricta autodisciplina y el más verdadero sentido ciudadano de las masas constituyen los fundamentos morales para la sociedad socialista, tal como el embrutecimiento, el egoismo y la corrupción lo son para la sociedad capitalista”.

“La socialización de la comunidad puede realizarse sólo por medio de una lucha tenaz, incansable, del conjunto de trabajadores en toda su extensión, en todos los puntos donde se enfrentan el trabajo y el capital, donde el pueblo y la dominación de la clase burguesa se miran unos a otros a los ojos.

[…]

“La Liga Espartaco no es un partido que quiera imponerse sobre las masas de trabajadores o llegar al poder por medio de ellas.

La Liga Espartaco es sólo la parte del proletariado que está más consciente de los objetivos, que a cada paso advierte a la gran masa de trabajadores acerca de su tarea histórica, que sustenta en cada estadio especifico de la revolución la meta final socialista y los intereses de la revolución mundial en cada una de las cuestiones nacionales”.”