“Este libro pudiera estar escrito en tiempo pasado: los ferrocarriles que tuvo la Región de Coquimbo y lo que aún queda de sus tiempos de apogeo. Es evidente el contrapunto entre un pasado con una cotidianidad ferroviaria austera pero armónica con el presente, en que destaca la ausencia de trenes y la descuidada condición de sus estaciones, paraderos, cobertizos y aguadas en que se realizaba el movimiento ferroviario de personas y carga. Decíamos que las instalaciones ferroviarias de la IV Región, son un espectro de lo que fueron e, incluso, de lo que pudieron llegar a ser, de haber obrado el buen sentido y algo de apego a esta herencia que se pudo, con buen tino, transformar en presente y futuro. Estas locaciones son sobrevivientes del abandono, la negligencia y el descuido.”